¡Defiéndase! No deje que un error de la compañía arruine sus vacaciones. Ante cualquier incidencia reclame

file9191287944978El verano es uno de los momentos del año dónde más desplazamientos de producen, en ocasiones el viaje se está preparando con meses de antelación, haciéndose la compra de billetes de avión, de tren, de autobús o reservas de hoteles directamente o en agencias de viaje. El sector del turismo da lugar a numerosas reclamaciones en relación, por un lado, a incidencias en los transportes, retrasos, cancelaciones, pérdidas de equipaje, y por el otro, debido a discrepancias entre servicios contratados y servicios ofertados por el hotel o las agencia de viajes.

¿Qué hacer en estos casos? En un primer momento, y teniendo en consideración que usted puede encontrarse en otro país o ciudad diferente a su lugar de residencia, sería necesario que conociera muy bien sus derechos más inmediatos.

Si es un problema de pérdida, daño de equipaje, retrasos o cancelaciones no abandone el aeropuerto o estación sin haber puesto la correspondiente reclamación ante los servicios de atención al cliente y guarde todos los títulos de viaje, que serán necesarios para las posteriores gestiones a realizar. Si es un problema de discrepancia entre servicio contratado y servicio ofertado en relación a la calidad del hotel, reclame, en un primer momento in situ. Desde el establecimiento hotelero deberían ofrecerle una solución inmediata o una compensación. Desde ADICAE podemos orientarle tanto vía telefónica como por correo electrónico de cuáles son las actuaciones a realizar para hacer valer sus derechos como consumidor y, cuando vuelva a su ciudad de origen, no dude en pasarse por nuestras oficinas para una mayor información.

Las diferentes compañías cuentan con servicios de atención al cliente para resolver las reclamaciones presentadas y es un sector que suele proporcionar una respuesta en periodos de tiempo relativamente cortos. Si bien, como consumidor es importante que conozca que si no está de acuerdo con la solución planteada puede acudir a sistemas extrajudiciales de Resolución de Conflictos, como las Juntas Arbitrales de Consumo,con un procedimiento rápido, gratuito y voluntario para las partes.

Finalmente, desde ADICAE, y con motivo del proyecto “Por la mejora y extensión de la resolución alternativa de conflictos en el sector financiero y en los servicios de interés general» desarrollado con el apoyo de AECOSAN, se publicaran dos guías en la que los consumidores podrán encontrar información sobre sus derechos y como defenderlos ante las grandes compañías.

Asimismo, ADICAE ha publicado numerosas guías en relación a qué hacer en caso de pérdida de equipaje, retrasos o cancelaciones en trasporte aéreo, autobuses o tren. Le recomendamos que, antes de iniciar su viaje, revise estas guías, de ese modo tendrá un mayor grado de conocimiento de lo que, como consumidor puede y debe exigir a las compañías.

¡Ni un paso atrás! Defienda sus derechos en telecomunicaciones

file513dbb7142e84El sector de las telecomunicaciones es el ámbito de consumo que más reclamaciones genera. Errores en la facturación, servicios que han cobrado pero que le ofrecieron gratuitamente, incumplimiento del contrato, averías y cortes del servicio telefónico o de Internet, penalizaciones excesivas, cobrar por liberar un teléfono móvil… son algunos ejemplos de abusos que ejercen estas compañías a los consumidores, que no deben dejar pasar ningún atropello.

¿Cómo pueden los consumidores hacer valer sus derechos? Los usuarios pueden acudir a una asociación de consumidores como ADICAE, donde les informarán sobre sus derechos y les ayudarán a preparar su reclamación. El escrito se debe presentar en el Servicio de Atención al Cliente de su operador en el plazo de un mes desde que se produce el abuso. Si el usuario emite la reclamación por vía telefónica, tiene derecho a solicitar un documento que acredite la presentación de la queja. Si, por el contrario, la emite en papel, puede entregarla en el Servicio de Atención al Cliente o enviarla por correo con acuse de recibo.

La compañía tiene de plazo un mes para contestar a la reclamación; en caso de superar el tiempo límite sin responder o con un solución que no satisface al consumidor, éste podrá acudir a las Juntas Arbitrales de Consumo donde resolverán su problema en un procedimiento rápido, sencillo, gratuito y voluntario para las partes; o la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones, un órgano dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio cuyas funciones son la resolución de conflictos entre operadores y usuarios de telecomunicaciones.

En el caso de que el consumidor no encuentra solución a su problema, podrá acudir a cualquiera de las sedes de ADICAE donde se le ayudará e informará, o asistir a los talleres que se están realizando por todo el territorio nacional en los que se informa de cómo plantear de forma efectiva una reclamación. Además, con motivo del proyecto ‘Por la mejora y extensión de la resolución alternativa de conflictos en el sector financiero y en los servicios de interés general‘ con apoyo de AECOSAN, próximamente se publicarán dos guías en las que los consumidores podrán encontrar información sobre sus derechos y cómo hacerlos valer frente a las empresas y entidades financieras.

¡Defiéndase! Reclame todos los abusos en electricidad y gas

bombillaLa energía es uno de los ámbitos de consumo en los que más abusos sufren los consumidores, junto con las telecomunicaciones. En electricidad, son numerosas las reclamaciones que se hacen por irregularidades en la factura o por las ofertas comerciales engañosas; y en el gas, los principales motivos son por errores en la facturación, amenazas de corte de suministro o fraudes en inspecciones y revisiones de aparatos y equipos.

¿Qué hacer en estos casos? El consumidor puede acercarse a una asociación de consumidores como ADICAE, donde encontrará información y orientación para reclamar. Una vez redactada la queja, se debe enviar primero al Servicio de Atención al Cliente (SAC) de su compañía energética. En el caso de que el consumidor no pueda desplazarse hasta donde se encuentra, puede enviarla por correo con acuse de recibo para tener una prueba de que se realizó la reclamación.

Si en un mes no se ha obtenido respuesta, o ésta no satisface al consumidor, puede dirigir su reclamación a diferentes organismos:

  • Si la reclamación tiene que ver con el contrato de suministro o de acceso a las redes o con las facturaciones derivadas de los mismos, el consumidor puede dirigirse a la dirección competente en materia de Energía de su respectiva Comunidad Autónoma.

  • En el caso de que sea por una cuestión relativa a las condiciones de acceso a las redes eléctricas o relacionada con la gestión técnica o económica del sistema, la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) dispone de un servicio de atención a los consumidores.

  • Los Órganos de Arbitraje de Consumo una vez que se haya informado a la Dirección General de Consumo de la Comunidad Autónoma y en el caso de que se acojan ambas partes.

ADICAE, con motivo del proyecto ‘Por la mejora y extensión de la resolución alternativa de conflictos en el sector financiero y en los servicios de interés general‘ con apoyo de AECOSAN, está trabajando en la elaboración de dos guías para informar a los consumidores sobre sus derechos y las vías de reclamación en el sector financiero y en los servicios de interés general, además de los diferentes talleres que se están impartiendo por todo el estado español en donde se enseñan las principales vías de reclamación para hacer valer sus derechos.

Los consumidores pierden recursos; la capacidad de ahorro en España es la más baja desde hace quince años

ahorro01Eurostat confirma que la tasa de ahorro de los hogares españoles, situada en el 9,4% en el primer trimestre de este año, es la más baja que se ha registrado en toda la serie histórica que mide este indicador, esto es, a lo largo de los últimos quince años. La bajada de ingresos de las familias no se frena, mientras que el gasto sigue creciendo.

Primavera-verano de 2013. Durante aquellos seis meses, hace justo un año, los consumidores españoles conseguimos minimizar nuestro consumo todo lo posible. Desde que había comenzado la crisis, fue en aquellos meses de máxima zozobra cuando el consumo se mostró en cifras bajas, en un proceso de lógica económica que se trasladó precisamente a la tasa de ahorro de los hogares españoles. Rozando el 11%, fue ése el periodo en el que los consumidores logramos optimizar ingresos y gastos en un contexto recesivo de máxima crudeza.

Pero esos tiempos acabaron a la vuelta del veraneo. Desde entonces, los mensajes de optimismo infundado por parte de los poderes públicos y los abusos de las entidades financieras y las oligarquías de la electricidad, las telecomunicaciones y el sector del petróleo han calado, y han conseguido que la cifra global de gasto de los hogares españoles no haya dejado de crecer, y haya comenzado 2014 un 1% superior, casi 6.000 millones de euros más, a la que se registraba en el pasado verano de 2013: 609.000 millones frente a 603.000.

A cambio, los ingresos siguen en camino descendente, en mínimos desde 2007, un 4% menores a la cifra global que Eurostat reflejaba a finales de 2011. Entonces los hogares españoles ingresaban más de 700.000 millones de euros, mientras que ahora apenas superan los 670.000 millones. La combinación de ambos fenómenos, menor ingreso y mayor gasto, da como resultado que los consumidores nos estamos viendo obligados a desahorrar, a eliminar nuestra capacidad de ahorro. En 2009 la tasa de ahorro superaba el 17% del ingreso disponible, era del 15% en 2010, y en 2012 aún estaba por encima del 12%; por contra, el primer trimestre de 2014, esta tasa apenas es del 9,4%, la más baja de los principales países europeos.

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ADICAE lanza un proyecto para informar a los consumidores sobre las vías extrajudiciales de reclamación

9039280273_fbceb6bc81_bADICAE, con la colaboración de la Agencia Española de Consumo, Seguridad, Alimentación y Nutrición (AECOSAN), comienza un nuevo proyecto titulado ‘Por la mejora y extensión de la resolución alternativa de conflictos en el sector financiero y en los servicios de interés general‘. Un proyecto orientado a analizar la situación actual de los sistemas de resolución extrajudicial de conflictos, realizar propuestas de mejora e informar a los consumidores sobre las vías y sistemas para hacer valer sus derechos y actuar como consumidores activos y críticos.

En la situación actual de crisis financiera, los problemas con las entidades y las empresas de consumo han ido en aumento. Atendiendo a las cifras, el sector de las telecomunicaciones y el de la energía son los que más reclamaciones presentan por parte de los consumidores. En el ámbito financiero, las reclamaciones al Banco de España han aumentado un 250% en 10 años y en la CNMV se recibieron 5 veces quejas en el último año comparándolo con los datos de 2012. A pesar de estos datos, tan sólo un 20% de las reclamaciones son favorables a los clientes. A pesar de que la legislación española garantiza la resolución extrajudicial de conflictos, ninguna de las medidas adoptadas hasta el momento ha sido lo suficientemente útil para garantizar el acceso de los consumidores a estos mecanismos, además de que la gran parte de los consumidores desconocen las vías de reclamación extrajudiciales.

Por tanto, los destinatarios de este proyecto son todos los consumidores que a lo largo de su vida han tenido o son susceptibles de tener un conflicto de consumo con una entidad financiera o empresa de servicios de interés general. Para esta tarea se crea este blog, donde se colgarán todas las actividades, materiales, estudios, noticias y novedades que tengan que ver con la resolución extrajudicial de conflictos, además de ser una importante herramienta de información en la que el consumidor podrá encontrar modelos de reclamación y un directorio con los principales organismos de resolución de conflictos. Todo ello para cumplir el objetivo final de crear un nuevo modelo de consumidor crítico y reivindicativo, pero también formado y responsable, que conozca las vías de reclamación y las ejerza para defender sus derechos.

Banca, eléctricas y telecos también concentran el grueso de reclamaciones al CCU

5025OMICs, Competencia, organismos de consumo públicos, asociaciones de consumidores… Y ahora también el Consejo de Consumidores y Usuarios. Todos ellos, en sus informes anuales, reconocen que la banca y las grandes empresas energéticas, petroleras y telecos en las que participa concentran la mayoría de las quejas de los usuarios.

El sector de servicios financieros concentró el 27,01% de las incidencias recibidas por el Consejo de Consumidores y Usuarios, centradas especialmente en productos de ahorro-inversión, ejecuciones hipotecarias y ‘swaps’ hipotecarios, contratos de cobertura hipotecaria y ‘cláusulas suelo’, los temas que más problemas están dando en materia de consumo financiero, tal y como viene detectando ADICAE desde hace años.

Según consta en la Memoria del Consejo de Consumidores y Usuarios 2013, recién publicada por la institución, los servicios financieros recibieron un total de 337.562 de incidencias, de las que 272.423 fueron consultas y 65.139 reclamaciones. Una cuarta parte del más de millón de expedientes llegados a sus oficinas, porcentaje que demuestra cómo las prácticas abusivas de la banca no se erradican.

Tras el sector financiero, la telefonía fue el ámbito en que el más incidencias se presentaron (13,71%) debido a cuestiones como la portabilidad, el incumplimiento de ofertas, conflictos con las facturaciones y deficientes servicios de atención al cliente, entre otros. El tercer sector con más incidencias ha sido el de la publicidad, con un 8,15%, seguido de energía (6,24%), transporte público (5,37%) y vivienda (5,07%). En este último sector, el 3,82% de las incidencias hacía referencia a la vivienda en régimen de propiedad y el 1,25% a las de arrendamiento.

El Consejo prevé que las consultas y las reclamaciones continúen aumentando a lo largo del ejercicio. Y de todo este volumen, se deduce que entre petroleras, eléctricas y comercializadoras de telecomunicaciones, otros 300.000 consumidores se han tenido que dirigir a la institución para protestar por un derecho conculcado. El abuso como patrón de conducta ante unos consumidores que ya se han visto obligados a recortar sus gastos un 20% desde que comenzó la crisis.

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Un código de banderas de colores alertará a los consumidores sobre el riesgo de los productos financieros

elviracnmvLa CNMV prepara un nuevo código de banderas de colores para clasificar el riesgo en los productos financieros, una medida similar a la que planteó la Defensora del Pueblo en 2012 con su semáforo de riesgo. Estas iniciativas no suponen un freno a la comercialización de productos de riesgo entre ahorradores.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)prepara un nuevo sistema para clasificar el riesgo de los productos financieros basado en banderas de colores similar al de la energía en los electrodomésticos. Esta medida es una adaptación de la que propuso la Defensora del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, en 2012, en donde pidió a la CNMV y al Banco de España que aplicaran un sistema como, por ejemplo, un código de colores como los semáforos. Es una medida insuficiente puesto que no impide a las entidades la comercialización de productos de riesgo entre la gran mayoría de los consumidores en vez de limitarlos a inversores cualificados.

La presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, ha anunciado que el organismo regulador está trabajando en un nuevo sistema que clasifique los productos financieros complejos y de riesgo de forma teóricamente comprensible para el consumidor. Se trata de unos códigos de color similares a los que miden la eficiencia energética en los electrodomésticos, en el que el verde indicará un riesgo de pérdida muy bajo y que se trata de un producto de fácil comprensión, amarillo para productos fáciles de entender pero con riesgo de pérdida, y rojo para productos considerados para expertos en finanzas que conllevan el peligro de perderlo todo. De esta forma, la CNMV prevé evitar fraudes masivos como el de las preferentes. Este método de clasificación es uno de los objetivos del Plan de Actividades de la CNMV para 2014 y se pondrá en marcha durante el segundo semestre del año.

El sistema de banderas genera una serie de preguntas: ¿dónde se van a colocar? ¿qué tamaño van a tener? ¿se explicará el significado de dichas banderas? Etc. Para que la medida tuviera cierta efectividad, habría que colocar las banderas de aviso en todos los soportes: publicidades, folletos, emisiones, contratos… Además, estas banderas no deben sustituir a la información veraz que se debe suministrar al cliente, que debe ser completa y avisar del riesgo del producto. Estas medidas de prevención caen en saco roto si no se asegura que se ofrecen los productos adecuados a los clientes aptos.

Esta medida de la CNMV no impide que las entidades financieras comercialicen estos productos financieros de riesgo entre la mayoría de los consumidores y, además, esta iniciativa podría volverse contra el consumidor en caso de reclamación o denuncia, ya que el regulador o juez podría considerar que el código de color es bastante claro en cuanto al nivel del riesgo y entender que si el cliente ha contratado uno de estos productos era porque comprendía este peligro.

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Linde quiere quitarse el ‘marrón’ de las reclamaciones de consumidores

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha avanzado que la institución se pondrá en contacto con la banca para pedirle un papel más activo en la gestión de las reclamaciones efectuadas por consumidores. ¿Años de retraso para darse cuenta de que las reclamaciones no se atienden? Parece más bien que Linde quiere quitarse el ‘marrón’.

«Somos partidarios de que la banca juegue un papel más activo en esto», ha subrayado Linde durante su comparecencia en el Congreso esta semana para presentar la Memoria Anual de la institución, donde ha recordado que el Banco de España recibió 35.185 reclamaciones de consumidores en 2013. Apenas un 10% de las reclamaciones que han obtenido informe favorable del supervisor son atendidas por la banca; el resto, ‘convenientemente’ ignoradas.

Ante esta situación, el gobernador se ha mostrado partidario de que la banca tome un papel más activo en este modelo, al igual que se hace en otros países, como el Reino Unido. «Vamos a hablar con la banca. Nosotros vamos a poner los medios que podamos poner, pero la banca tienen que poner más interés y comprometerse más en esta materia de tratamiento de los consumidores. Vamos a hablar con la banca y las entidades de crédito para que esto sea posible», ha zanjado.

Pero la intención del supervisor no es la de que mejore la atención y el respeto a los derechos de los consumidores; esto es, no se trata de que la banca atienda más reclamaciones, sino de ‘externalizar’, de liberar de responsabilidades al Banco de España para que lo hagan ‘otros’. Con lo que ello conlleva. En el propio balance del organismo ante los diputados vuelve a señalarse la solvencia y la salud económica de la banca como principio guía y rector de las actuaciones del BdE de cara al futuro.

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ADICAE reclama a De Guindos igualdad de trato para los consumidores

45928-944-550El anuncio de regular las tasas de intercambio en pagos por tarjeta demuestra que si hay voluntad se pueden regular también las comisiones bancarias que pagan los consumidores, por lo que ADICAE reitera su propuesta de legislación específica al respecto.

La regulación anunciada por el Consejo de Ministros en relación a los pagos con tarjeta constituye una medida atrevida (pues supone intervenir en el mercado limitando legalmente los importes aplicables por la banca a determinadas operaciones) que una vez más deja a los consumidores “a los pies de los caballos”.

Pese a lo confuso de algunas informaciones, que pudieran hacer pensar a muchos consumidores que la medida limita los costes que asumen en los pagos con tarjeta, en la práctica sólo regula los costes que las entidades financieras se aplican entre sí en cada operación de pago, y genera el riesgo de que la bajada de esas tasas se repercuta a los consumidores sin que exista garantía alguna de que los precios de los bienes y servicios que ofrece el comercio se reduzcan, tal y como ya sucedió en España en el período 2005-2010 y como se puede comprobar en este estudiohttp://bit.ly/1dUpdpx.

Con la misma, España se adelanta a un proyecto de Reglamento de la Comisión Europea aún no aprobado y pendiente de debate en el Consejo Europeo y de negociación a tres entre el Parlamento Europeo, la Comisión y el propio Consejo, respecto de la que ADICAE ha trasladado tanto a las instituciones europeas como españolas su preocupación.

Este adelanto es especialmente llamativo teniendo en cuenta que España lidera la falta de transparencia y opacidad en materia de comisiones bancarias, según recientes informes de la Comisión Europea, así como los resultados de la única experiencia pseudo-regulatoria en la materia en toda Europa, por la que bajo el auspicio del Ministerio de Industria en 2005 se acordó reducir las tasas de intercambio progresivamente.

Esta experiencia puso de manifiesto que la medida no sólo no beneficiaba a los consumidores (que no experimentaron ninguna reducción de precios por parte del comercio), sino que por el contrario sufrieron un incremento de las comisiones aplicadas por la banca a la tenencia y uso de tarjetas a modo de estrategia para compensar la reducción de ingresos que el sector afrontó con la reducción de los costes que aplicaba a los comerciantes.

De esta forma la reducción (cuyo espíritu era el de reducir costes a los comerciantes para que pudieran trasladar los ahorros a los consumidores a través de precios más bajos) tuvo los efectos opuestos sobre los consumidores, que vieron aumentar más de un 50% el coste de sus tarjetas sin que el comercio haya trasladado ahorro alguno a los consumidores (durante este período los precios subieron hasta un 25% más que en la zona euro). Esto demuestra la existencia de riesgos evidentes para los consumidores, riesgos que deben ser previstos y abordados en cualquier regulación como la planteada.

Aquella bajada equivalió al 1,22% de las ventas del comercio español, cuyos precios subieron en cambio un 25% más que en la Eurozona, mientras que los precios de los servicios financieros subieron en España un 27%, casi cinco veces más que en toda la Eurozona, donde apenas se encarecieron desde el 2005 un 5,8%.

ADICAE considera esta norma incompleta y parcial, puesto que se limita a regular sólo una parte de la operativa con tarjetas (el coste que los bancos se aplican entre sí) pretendiendo así reducir las tasas de descuento (el coste que el banco aplica al comerciante por cada cobro que realiza mediante tarjeta), pero sin establecer mecanismos ni medida alguna en beneficio de los consumidores.

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El 63% de los afectados por preferentes siguen sin recuperar sus ahorros a causa de los sesgados arbitrajes

DSC_007El Gobierno y las entidades financieras tratan de adormecer a los afectados por el fraude de las preferentes y otros productos tóxicos, poniendo trabas para emitir resoluciones favorables en los insuficientes arbitrajes planteados. Más de 377.000 afectados de Bankia, NovaCaixaGalicia Banco y Catalunya Banc siguen sin recuperar sus ahorros.

Dos años han pasado desde que el Gobierno y las entidades financieras anunciaran a bombo y platillo su ‘solución’ para el fraude de la comercialización indebida por parte de la banca de participaciones preferentes, deuda subordinada y otros productos tóxicos de ahorro: el arbitraje. Un procedimiento sesgado, cuya intención únicamente ha sido la de alargar la agonía de la mayoría de las familias, apaciguar sus ánimos para que no luchen por recuperar sus ahorros y hacerle un ‘lavado de cara’ a la banca.

Los datos de los arbitrajes planteados por Bankia, NovaCaixaGalicia Banco y Catalunya Caixa y facilitados por la Comisión de Seguimiento de Instrumentos Híbridos de Capital y Deuda Subordinada y las propias entidades así lo atestiguan. De los 534.500 consumidores a los que estas entidades colocaron 9772 millones de euros en estos productos, únicamente han resuelto su caso a través del arbitraje 222.382. Además, hay que sumar los aproximadamente 65000 afectados con productos de Liberbank y Banco CEISS, que siguen sin tener una solución justa. En suma, hay todavía unos 377.000 afectados sin solucionar su caso, es decir, el 63% del total. La mayoría de ellos, además, no tienen ya preferentes puesto que las cambiaron por bonos o acciones, asumiendo además importantes pérdidas.

ADICAE denuncia que no se ha ofrecido una solución global ni eficaz al fraude de las preferentes, sino que las abusivas condiciones de los canjes impuestos por el FROB han obligado a los afectados a acudir a los tribunales como única vía para recuperar sus ahorros. Por ello ADICAE sigue defendiendo la acción colectiva judicial como el mejor mecanismo para resolver la estafa de las preferentes de una vez por todas.

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