La publicidad molesta no es sino una patología de la comunicación publicitaria, motivada por el rebasamiento inadmisible de los límites exigibles al influjo de la publicidad comercial sobre sus destinatarios, en particular sobre los consumidores y usuarios. Partiendo de la construcción doctrinal originaria, que conserva su vigencia, se propone en las líneas que siguen una revisión del concepto, ampliándolo más allá de los elementos definidores,
que son el nexo causal liberatorio y el cercenamiento de información contrastada, para incluir también el de la invasión de la esfera privada, con toda su intensidad actual, dados los nuevos cauces de comunicación, y además
el de la denominada libertad informática, ese poder de control y disposición sobre los datos personales. Por este motivo se apuntan nuevos supuestos de prácticas publicitarias que, a nuestro juicio, pueden incluirse en el ámbito
de la publicidad molesta. Se ofrece a continuación una referencia a las disposiciones normativas de origen comunitario y estatal que constituyen una suerte de remedios preventivos frente a los actos publicitarios comprendidos en la figura que tratamos. Y, para el caso de su infracción, desatendidas las prevenciones legales, se aborda finalmente los remedios procesales, las acciones de cesación como instrumento de tutela judicial de los
consumidores y usuarios, con especial referencia a la cuestión de la legitimación activa.
Estudio de Romero Jaime, Diego Jesús.