La teoría de la acción colectiva, tal y como fue formulada por Mancur Olson en 1965, se basaba en un concepto instrumental-estratégico de la racionalidad que ha sido el habitualmente utilizado en la teoría de la elección racional estándar. Diversos teóricos sociales (como Habermas o Elster) han tratado de desafiar esta concepción postulando un concepto alternativo de racionalidad que se base en la deliberación o la argumentación racional. En este artículo se discute hasta qué punto tales intentos han tenido éxito a la hora de ofrecer una alternativa teórica real a la racionalidad estratégica como mecanismo de generación y coordinación de las acciones colectivas. Para ello se plantearán tres cuestiones:
1) ¿Es la racionalidad comunicativa o deliberativa conceptualmente diferente de la racionalidad estratégica?
2) ¿Es empíricamente plausible como principio explicativo de las acciones colectivas, y especialmente de las de los movimientos sociales?
3) ¿Es normativamente más defendible?
Estudio de JOSÉ ANTONIO NOGUERA; Universidad Autónoma de Barcelona.