Una adecuada protección de los consumidores y usuarios pasa necesariamente por la actividad de las que han venido en denominarse Asociaciones de Consumidores. Aunque en nuestro país no puede decirse que hayan alcanzado un desarrollo equiparable al que estas entidades tienen en otros países de nuestro entorno –Alemania, Reino Unido, por ejemplo–, creo que puede afirmarse que van creciendo no sólo en número, sino en calidad en sus
intervenciones en el mercado, para lograr su objetivo prioritario, cual es, la defensa de los consumidores y usuarios, a través de la información y educación de los consumidores, la vigilancia del mercado y la representatividad ante los poderes públicos.
Estudio de M.ª TERESA CARRANCHO HERRERO; Profesora Titular de Derecho civil.