La variedad del crédito no hipotecario, junto a la falta de una normativa y una supervisión comunes, ha dado pie a una ‘jungla’ de productos envenenados para el ciudadano, como demuestra el estudio que ADICAE (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) ha presentado en el marco de su proyecto ‘La realidad del mercado del crédito no hipotecario en España‘.
Manuel Pardos, presidente de ADICAE, ha anunciado que «tras una época protagonizada por el crédito hipotecario, el crédito al consumo va a ser protagonista de la economía los próximos años», si bien ha prevenido de la «incitación peligrosa al consumismo de crédito a la que asistimos hoy por parte de las entidades». Ante este escenario, «ADICAE propone a los consumidores el crédito responsable; y las entidades deben generar una nueva cultura de relacionarse con los clientes si quieren recuperar su confianza», ha añadido.
ADICAE ha detectado al menos 40 abusos habituales en la comercialización, venta y publicidad de estos productos, muy recurrentes para financiar gastos en épocas como la Navidad que, debido a sus altos intereses, pueden convertirse en una espiral de deudas.
Con frecuencia, no se evalúa la solvencia del cliente, ni se le facilita la oferta por escrito ni se le informa de las condiciones, del derecho de desistimiento o de vías para reclamar. Además, se ceden ilegalmente datos personales a empresas de recobro y listas de morosos.
Las TAE, desorbitadas, rozan la usura: pese a adquirir el dinero a bajo coste –a menos del 0,1%– las empresas imponen intereses que superan el 13% (al consumo), el 27% (tarjetas), el 3.500% (rápidos) o el 4.500% (microcréditos), aprovechándose la situación de necesidad por la que suele pasar el cliente que acude a esta vía de financiación.
La publicidad también suspende: ADICAE observa que la mayoría de los anuncios llevan al engaño al hacer creer que la concesión es automática e incluso gratuita, al ofertar un primer micropréstamo de bienvenida sin gastos. Bajo señuelos del tipo «dinero en 10 minutos» o «sin avales», las financieras no advierten de los riesgos para el patrimonio del usuario en caso de impago, dato que respalda el 56% de los encuestados en el estudio.
SECTOR SIN CONTROL
Para ADICAE, urge establecer unos criterios comunes ante la dispersión legislativa del sector, todo un ‘coladero’ para una gran variedad de empresas y productos sin control que abusan del consumidor. Los créditos al consumo ofertados por bancos y establecimientos financieros de crédito (EFC) –supervisados por el Banco de España– conviven con productos como los microcréditos, que cualquier sociedad mercantil puede comercializar, siendo libre de imponer cláusulas abusivas y precios fraudulentos sin supervisión alguna.
En el extremo de la opacidad se encuentran los microcréditos de menos de 200 €, que están excluidos de la protección de la Ley de Créditos al Consumo y solo se rigen por el Código Civil.
Este limbo legal impide conocer el verdadero impacto del sector en la economía: los únicos datos disponibles son los 163.759 millones de € de créditos no hipotecarios a finales de 2014, según el Banco de España. Si bien la AEMPI (Asociación Española de Micropréstamos) tiene unas 100 entidades asociadas, ADICAE estima que estas sociedades rondarían ya las 1.000.
Con el fin de prevenir el sobreendeudamiento en las familias, ADICAE ha puesto en marcha un plan estatal de difusión y formación ciudadana, con talleres, guías, foros locales… y cuyas conclusiones están debatiendo expertos como Francisco Javier Orduña, magistrado de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, los responsables de la Administración, Banco de España, banca (Banco Mare Nostrum), AEMIP (Asociación Española de Entidades de Micropréstamos), organismos de consumo, catedráticos y expertos en neuromarketing, entre otros.