ADICAE organizó en Madrid la jornada ‘La defensa del ahorro familiar en España. Riesgos y perspectivas en tiempos de crisis’, en la que reunió a los mejores especialistas en el mundo del ahorro: representantes de consumidores, entidades financieras y organismos supervisores, además de economistas, abogados y periodistas especializados,… Todos ellos analizaron y debatieron el estado actual en el que se encuentra del ahorro de las familias en España en esta época de crisis y qué futuro les espera.

imagen

La jornada ‘La defensa del ahorro familiar en España. Riesgos y perspectivas en tiempos de crisis’, organizada por ADICAE y celebrada en el Colegio de Economistas de Madrid el 29 de noviembre dejó importantes conclusiones.

Tras las ponencias inaugurales del presidente de ADICAE, Manuel Pardos; la presidenta del Consejo de Consumidores y Usuarios, Francisca Sauquillo; del presidente de la CNMV, Julio Segura; y del vicedecano del Colegio de Economistas de Madrid, José María de la Cruz, los primeros en tomar la palabra fueron los representantes de varias entidades bancarias, en la mesa ‘La oferta de productos financieros de ahorro en la crisis’, con la presencia de Carlos Balado, jefe de la División de Obra Social y Relaciones Institucionales de la CECA; Gema Ventosa, directora de Productos de Ahorro y Seguros de ING Direct; David Sanza, presidente de la Federación de Organizaciones Profesionales de Corredores y Corredurías de Seguros de España, (FECOR) y de Javier Blancas, economista y responsable de Administración de ADICAE.

Destacó la opinión de Javier Blancas, quien dejó claro que los depósitos a plazo en sus ofertas no fidelizan al cliente, sino que van a por clientes nuevos, nuevo dinero proveniente de otras entidades. Los depósitos estructurados aunque garantizan el 100% del capital, no son tampoco nada aconsejables. En su opinión, las posibles rentabilidades son muy bajas, debido a que están referenciadas a cotizaciones de valores en Bolsa. Por su parte los seguros de ahorro de renta variable son confusos y más asimilados a los depósitos estructurados que a los de plazo, mientras que en un 70%, las entidades financieras no ofrece sus mejores fondos, los que mayor rentabilidad ofrecen. Asimismo, denunció que las cajas de ahorros están ofreciendo participaciones preferentes con una flagrante falta de transparencia.

La comercialización de productos de ahorro, en el ojo del huracán. La MiFID, a debate

Fue destacable la ponencia de Nieves García, directora de Inversiones de la CNMV, organismo que sigue considerando que los ahorradores que firman un contrato tienen el mismo nivel de responsabilidad que la entidad que le ofrece el contrato, es decir, traspasa gran parte de la responsabilidad cuando hay un conflicto de intereses con la entidad al consumidor por no haberse leído bien el contrato. Entiende, entonces, que la educación financiera del consumidor debe ser una tarea del propio consumidor.

También parece que los pequeños ahorradores no tienen para la CNMV la misma consideración de inversores que los que tienen más recursos, y que los supervisores parecen más preocupados en garantizar que las entidades informen correctamente a la CNMV de su actividad que en garantizar que las entidades informen correctamente a sus clientes. Según la CNMV, las quejas o denuncias sobre el incumplimiento de la MiFID son muy pocas si se valora la cantidad de inversores e inversiones que hay en el mercado, considerando que el incumplimiento de la MiFID «no es un problema nacional».

Desde el sector financiero, se considera que la nueva revisión de la normativa MiFID (la llamada MiFID 2) que se está estudiando y discutiendo en la Comisión Europea no se está haciendo porque la MiFID se haya demostrado como insuficiente o ineficaz como medida de protección a los consumidores, sino por el simple hecho de que hay que adaptarla a las nuevas realidades y hay que hacer mejoras que garanticen una mayor eficacia de los mercados de capitales y de la economía.

Desde el sector de los asesores independientes, consideran que la MiFID no ha sido correctamente aplicada, valoran positivamente una revisión de la misma, pero insisten en que los bancos y entidades de crédito no son las más adecuadas para asesorar a los consumidores, por la existencia de continuos conflictos de intereses, ya que ellas mismas emiten o fabrican los productos que ellas mismas luego comercializan, y que se debería potenciar mucho más la presencia de asesores independientes profesionales como las EAFI’s (Empresas de Asesoramiento Financiero), ya que en España hay muy pocas en comparación con otros países europeos. Se remarca que los ciudadanos españoles siguen siendo muy tradicionales en ese sentido y siguen confiando en las propias entidades financieras para asesorarse. Se incide en la necesidad de potenciar y fomentar la cultura financiera de la ciudadanía y que las nuevas tecnologías pueden ser muy beneficiosas pero también pueden conllevar problemas referentes a la catalogación adecuada de un consumidor o a la hora de determinar de manera adecuada su perfil.

Desde los Servicios Jurídicos para los Consumidores de ADICAE se insiste en que hay fraudes y engaños tan grandes, continuos y evidentes que resulta difícil no verlos, y que si no se ven es porque no se quiere, que la normativa actual es blanda, floja, insuficiente y no protege de manera efectiva a los consumidores, que se regula siempre en favor del más fuerte, la banca, y que muchos tribunales de justicia no son muchas veces todo lo valientes que deberían ser al interpretar una ley o una norma. Es necesaria una regulación adecuada y suficiente que proteja claramente a los consumidores y es necesario que se supervise de igual manera la correcta aplicación de dicha normativa o regulación. Muchos problemas vienen por el hecho de que los supervisores sólo se encargan de velar para que la normativa en vigor se cumpla, sin cuestionarse la eficacia de dicha normativa, igual que muchos tribunales de justicia, y que parecen no ver o no les interesa ver lo que pasa en realidad con el ciudadano de a pie, sin conocimientos ni experiencia. Los ahorradores no deberían ser exclusivamente clientes potenciales, son personas, ciudadanos, de carácter muy heterogéneo y tienen sus derechos. Y bajo ningún concepto una entidad financiera asesora, porque lo que hace es colocar, vender o comercializar. Una cosa es asesorar, y otra muy distinta aconsejar.

El papel de la educación financiera

Por parte de CECA, representada en esta ponencia por Inés García-Pintos, jefa de Responsabilidad Social y Relaciones Internacionales, y CNMV –Elías López, subdirector del Departamento de Estudios, Estadísticas y Publicaciones-, es evidente la pérdida de imagen y confianza de los usuarios en las entidades financieras durante estos años de crisis.

Ambos consideran que es necesaria una mayor educación financiera del consumidor, de ahí los programas que se han llevado a cabo desde 2008 entre Banco de España y CNMV, haciendo hincapié en la necesidad de tratar contenidos financieros en el programa escolar.  Según las entidades financieras es necesaria la recuperación de esa confianza del consumidor para reactivar el negocio: quieren deudores, pero no morosos.

No obstante, tal y como quedó claro según la perspectiva de ADICAE y del numeroso público asistente, es normal la pérdida de confianza de los consumidores en las entidades financieras: dinero público del FROB, burbuja inmobiliaria de la que han sido partícipes, falta de transparencia en la comercialización de productos de ahorro e hipotecas, intento de captar ahorro popular a toda costa para tapar sus «agujeros financieros» (productos tóxicos), falta de formación de comerciales que comercializan productos simplemente para cumplir objetivos, etc. Es importante una mayor educación financiera de la población, pero para ganarse esa confianza hay que ofrecer productos seguros y transparentes a los usuarios.

Ahorrar para la jubilación

Hubo divergencias al respecto de la cuestionabilidad del sistema público de pensiones. Se abordaron los efectos de las reformas llevadas a cabo entre 1996 y 2006, que se supone han supuesto un nuevo elenco de derechos para los contribuyentes, idea sostenida sobre todo por los dos sindicatos más representativos, que se consideran coadyuvantes de dicha mejora. También se hizo una breve referencia a la nueva Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social.

Salió en varias intervenciones la cuestión de las comisiones por las que gestoras y entidades financieras se embolsaron sólo el año pasado más de mil millones de euros, lo que ha podido contribuir, junto con la baja rentabilidad y los forzados rescates consecuencia del aumento del paro, a la rebaja sustancial del patrimonio de los planes de pensiones del sistema individual español.

Se hizo un repaso, más o menos en profundidad, de los múltiples instrumentos de previsión social existentes actualmente en el mercado. En ese sentido, se intentó dar a los asistentes nociones básicas acerca de los llamados tres pilares en los que se sustenta el ahorro-inversión: la seguridad social pública, la previsión social empresarial y el ahorro individual privado para la jubilación en forma de planes de pensiones individuales, planes de previsión asegurados (PPAs), seguros de vida individuales, planes individuales de ahorro sistemático (PIAs) y seguros privados de dependencia (UNESPA).

Se trató el tema de la rentabilidad y la fiscalidad de los productos anteriores, muy tenidos en cuenta por el consumidor a la hora de contratar uno u otro producto, así como la tendencia actual de los ahorradores a buscar mayor seguridad en la gestión de su cartera, es decir, la preferencia por la renta fija de menor rentabilidad pero también con menor asunción de riesgos. Al tiempo, se intuye, por el mismo motivo, una orientación de los ahorros hacia el corto plazo, inferior a 3 años. Fue una apreciación del subdirector general de Planes y Fondos de Pensiones del Ministerio de Economía y Hacienda, Francisco J. De Blas.

Desde ADICAE se advirtió sobre la proliferación durante el último trimestre del año y especialmente en época navideña de la oferta de productos de ahorro jubilación, fundamentalmente de planes de pensiones, y su batería ya clásica de recetas: entregar regalos, conceder bonificaciones a los fondos, ingresar efectivo en la cuenta corriente o conceder ventajas en la contratación de otros productos. A este respecto, se intentó concienciar a los asistentes acerca de que en muchas ocasiones existe engaño o manipulación por parte de las entidades financieras y casi siempre falta de información sobre cómo se gestionará ese ahorro a largo plazo, entre otras carencias.

El papel de los consumidores en las cajas de ahorros

En la jornada de clausura tomaron partida Juan Sotres, representante de la Plataforma por la Nacionalización de las cajas de ahorros; Francisco Sanz, representante de la Plataforma “Por otras cajas de ahorros” y responsable de estudios y publicaciones de ADICAE; y Jofre Farres, responsable del área de ahorro-inversión de ADICAE y miembro del Comité Consultivo de la CNMV.

El proceso de bancarización de las cajas de ahorros no debe suponer una limitación a la participación de los impositores en la toma de decisiones de las cajas ya que mientras éstas ejerzan su negocio financiero (directamente o a través de un banco) la estructura de gobierno de las cajas de ahorros se va a mantener y es la vía a través de la cual podemos “tomar” las cajas y participar en sus decisiones.

Las cajas de ahorros lejos de ser, como inicialmente se denominaron clave en la protección del ahorro popular, se han convertido en la peor versión de un banco, tanto por comercialización de productos tóxicos como en aplicación de cláusulas abusivas, trato a la clientela… .

Es fundamental volver a impulsar la participación notoria de los impositores en las cajas de ahorros para intentar volver a la finalidad última de las cajas de ahorros. Para ello debemos impulsar un plataforma con las organizaciones sociales para coordinar una actuación conjunta.

Estas fueron, en síntesis, las principales conclusiones de unas jornadas enmarcadas en el proyecto ‘Desafíos y perspectivas al ahorro de las familias en una nueva coyuntura económica y social’. Fue un evento que sirve como nexo de unión y punto de partida para desarrollar, en el futuro, líneas conjuntas de actuación entre los diversos organismos y entidades con un objetivo claro: mejorar la salud del ahorro familiar en España.