ADICAE siempre ha defendido la utilidad social y económica del crédito para los usuarios. “Deudas tengas y las pagues” fue el lema de la asociación allá en el año 2008; eso sí, añade la asociación, siempre y cuando sea un recurso bien utilizado por parte del consumidor. Para ello, es fundamental, por supuesto, la educación financiera de los usuarios; sólo con unos consumidores que conocen sus posibilidades y que planifican sus gastos, es posible el disfrute del crédito de una forma lógica, crítica y responsable.
Sin embargo, no puede hacerse responsable de todo al consumidor ni trasladarle el peso de la adecuada disposición del crédito. Nos encontramos ante un sector tan extendido y con un volumen de negociación tal que es necesario, en primer lugar, que la gama de productos que se presente ante el usuario no sea tóxica, provenga de unas entidades debidamente fiscalizadas y se le proporcione toda la información necesaria para contratar, con todas las garantías, salvaguardando sus derechos a lo largo de todo el proceso.
Hay numerosos parámetros de la contratación de estos productos que a día de hoy carecen de control claro y completo. En primer lugar, el coste de los créditos y los intereses remuneratorios y de demora, claramente usurarios en la inmensa mayoría de los denominados créditos rápidos. Por otro lado, el clausulado de los contratos y el control de la información que se facilita al consumidor en los procesos de contratación, a veces relámpago.
Por estos motivos, este estudio que presenta ADICAE pretende desde el punto de vista del consumidor, abordar de forma seria y objetiva cuestiones jurídicas, económicas, de regulación y supervisión del crédito. Para ello se utilizarán análisis multidisciplinares, para abarcar de la forma más completa posible (aunque no todo como es lógico) la realidad actual y práctica del crédito que es como ha venido a llamarse este trabajo.
El estudio ya está disponible en todas las sedes de ADICAE y en este mismo blog, a través del siguiente enlace.