El Plan de Vivienda contempla un nuevo sistema de ayuda al alquiler de vivienda. La renta será el principal criterio para conceder las subvenciones. Podrán, en teoría, beneficiarse amplios sectores de población con pocos ingresos. En el lado negativo, el Ministerio de Fomento prevé liquidar los restos de la Renta Básica de Emancipación, dejando a cerca de 60.000 jóvenes sin ayudas al alquiler.
El Plan de Vivienda 2013-2016, entre otros puntos, va a suponer una pequeña revolución en el mercado del alquiler. Las ayudas se generalizan, pero con requisitos muy concretos en cuanto a niveles de renta. ¿Llegarán para todos los que las necesitan?
Atrás queda la Renta Básica de Emancipación, que tenía en cuenta la edad (jóvenes de 22 a 30 años), con el límite de unos ingresos máximos de 22.000 euros anuales. El actual Gobierno derogó esta medida a finales de 2011, y solo disfrutaban de ella aquellos jóvenes a los que les fue concedida antes de la derogación y que todavía no habían cumplido los 30 años. Ahora, el Ministerio de Fomento ha anunciado que aprovechará la Orden Ministerial que desarrollará las líneas de ayuda del Plan de Vivienda para suspender la subvención a los jóvenes que todavía cobraban 147 euros mensuales -en su momento fueron 210 euros-.
Según los últimos datos disponibles, el alquiler significa en España, el 17%, frente al 83% del mercado de la vivienda principal en propiedad. En Europa, en porcentajes medios, el mercado de la vivienda principal en alquiler representa el 38%, frente al 62% de vivienda en propiedad. El objetivo de plan es invertir la tendencia en España, más que por filosofía, por necesidad. Hay que dar salida al parque inmobiliario que la crisis ha dejado desocupado.
Nuevas ayudas, nuevos criterios
El Plan contempla que las ayudas sean más “equitativas” y se otorguen en función de la renta del hogar, no de los individuos. Se pone límite a la cuantía de los alquileres que se financian, y esta subvención se hace por un porcentaje del alquiler, no por una cuantía fija. Se marca así claras diferencias con la RBE, cuya limitación más importante era la edad del solicitante. Los subsidios estarán a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, por lo que hay que esperar a que el Gobierno autorice dotaciones presupuestarias a tal fin para saber cuál será la capacidad de financiación.
Podrán beneficiarse de las ayudas al alquiler quienes tengan o esten en disposición de tener un contrato de alquiler. La vivienda arrendada deberá ser la residencia habitual. Para tener derecho a la ayuda, los ingresos máximos del total de la “unidad de convivencia” -la familia, o el conjunto de personas que viven juntas- se calcularán según el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, para 2013 es 6.390,13 euros anuales). El límite que marca el Plan para acceder es: para una sola persona, el IPREM multiplicado por 1; si en la casa viven dos o mas personas, se computa el IPREM una vez para el primer adulto, y se le añade el 0,5 del IPREM por cada persona mayor de 14 años, y el 0,3 por cada una menor de 14 años.
A modo de ejemplo, los ingresos de una familia compuesta por una pareja y sus dos hijos, uno mayor y otro menor de 14 años, no pueden superar los 14.697,29 euros al año si quieren optar a la ayuda al alquiler.
Este cálculo podrá variar, porque en la redacción del Plan se deja a las comunidades autónomas que fijen un límite inferior “en función de las circunstancias demográficas o económicas que a su juicio lo aconsejen”.
Limitaciones
La renta es solo una de las condiciones que tiene el acceso al plan. El alquiler para el que se solicita la ayuda no podrá sobrepasar los 600 euros mensuales, y en cualquier caso, solo se subvencionará como máximo el 40% del importe anual, y el límite máximo de la ayuda son 2.400 euros mensuales. No se tiene en cuenta el número de personas que puedan vivir en una misma casa para fijar el límite máximo de cuantía del alquiler.
Las ayudas se conceden por 12 meses, prorrogables de año en año. El Plan es muy estricto en cuanto a su límite temporal. La fecha tope para percibir esta ayuda será el 31 de diciembre de 2016, independientemente de que no se hubiese alcanzado el plazo máximo de duración de la subvención o de su prórroga.
Parque público de vivienda en alquiler
El Plan Estatal de Vivienda, en cuanto al arriendo, también contempla un programa de fomento de un parque público de vivienda en alquiler. Este plan se realizará sobre suelo o edificios de titularidad pública, preferentemente municipal, y cuenta con que las comunidades autónomas puedan aportar ayudas (algo bastante poco realista, cuando el propio Gobierno les exige que cumplan con el déficit).
El programa olvida premeditadamente del estado inmobiliario en España. Por un lado, y aunque se refiere también a la rehabilitación de edificios, fomenta la nueva construcción, cuando hay cientos de miles de viviendas en España vacías. Por otro, deja en manos de lo público el alquiler social, obviando que son los bancos los mayores propietarios de vivienda desocupada, y tan solo hace unos meses el propio Gobierno se comprometió a impulsar «la constitución de un fondo social de viviendas propiedad de las entidades de crédito». En lugar de regular de forma clara este parque social de vivienda, se va por la tangente con otras medidas que liberarn de responsabilidad a los principales culpables de la situación.
En todo caso, la ayuda que se dará para los promotores de las actuaciones tampoco va a dar ocasión para enormes ‘pelotazos’. Estado pondrá el 30% del coste de edificación hasta 22.500 euros por vivienda y 250 euros el metro cuadrado útil como tope.
¿Quién se podrá beneficiar de estas viviendas? El límite de ingresos de la unidad de convivencia que fija el texto del Plan es, para vivienda en alquiler en rotación, 1,2 veces el IPREM, y para vivienda de alquiler protegido, entre 1,2 y 3 veces el IPREM. Los beneficiarios de las ayudas al alquiler también podrán optar a este parque público de viviendas.
El precio del alquiler de las viviendas de alquiler en rotación no podrá superar los 4,7 euros mensuales por metro cuadrado de superficie útil. El precio para las viviendas de alquiler protegido tendrá como tope los 6 euros mensuales por metro cuadrado de superficie útil. Dichos precios se podrán actualizar según la variación del IPC.
¿Habrá para todos?
La principal duda que genera este Plan es si las ayudas llegaran para todos. A falta de presupuesto y de Orden Ministerial que lo desarrolle, pero teniendo en cuenta los criterios de austeridad que se aplican en las cuentas públicas, todo parece indicar que habrá más consumidores con el derecho concedido a las subvenciones que los que finalmente podrán cobrarlas.
Por el camino, con el desarrollo del Plan, se dejará de forma abrupta sin ayudas a los jóvenes que aún cobraban la Renta Básica de Emancipación (RBE), lo que va a generar un nuevo problema. Esto podría plantear una inseguridad jurídica. Puede darse el caso de jóvenes que tengan concedida la RBE por un contrato de alquiler por un año y que, al cortarse la ayuda, deban afrontar en su totalidad el pago de las rentas mensuales a las que se comprometieron para obtener la ayuda.