Nuestra asociación ha publicado la guía ‘Conviértase en un consumidor financiero crítico’ , impulsando un uso responsable del crédito y una gestión planificada de la economía doméstica.
Tras largos años de abusos masivos e indiscriminados sufridos por los consumidores ha quedado demostrado que este sistema económico y de consumo desaforado está acabado. Las entidades financieras, durante estos años, se han quitado la careta y se ha constatado que sólo se preocupaban por cómo sacar partido de sus clientes y exprimirlos en lugar de ofrecerles lo que realmente necesitaban. La situación en la que nos encontramos todos, consumidores, entidades financieras, empresas, etc., ha constatado que este modelo económico no es válido y es necesario cambiar esta situación.
Los consumidores podemos ser protagonistas de un importante cambio que deje atrás los engaños, tretas y trampas de la banca. Hay que tomar conciencia de que podemos ser la gran fuerza colectiva, social y económica del siglo XXI, pero no lo seremos nunca si permanecemos como sujetos pasivos. Debemos plantarnos ante la injusta y triste realidad que nos ha traído un sistema consumista que se ha cebado con los más débiles y que ha dejado al borde de la exclusión social a cientos de miles de personas.
Una exclusión que ha sido provocada por las propias entidades financieras, otorgando financiación sin medida y sin criterio al principio de la burbuja y denegando su acceso cuando los consumidores con necesidades imperantes lo solicitaban.
No podemos permitir que esta situación se dé de nuevo. Las entidades financieras no van a aprender de sus errores y volverán a las andadas. Por ello, nosotros, los consumidores, debemos ser las piezas que creen un sistema de consumo justo, global y solidario.
Por eso, con motivo del proyecto “Educando a los usuarios de servicios financieros: por un nuevo consumidor responsable, activo y crítico” y con el apoyo del Instituto Nacional de Consumo, ADICAE publica una guía práctica titulada ‘Conviértase en un consumidor financiero crítico’. Con ella se pretende informar y formar al consumidor para que cambie su actitud ante las entidades financieras, sea más crítico, responsable con su comportamiento y exigente con los bancos. Además, se incluyen prácticos consejos y advertencias que el consumidor tendrá para plantar cara en el día a día ante los intentos de abusos que pueda sufrir.
Un consumidor responsable debe combatir y denunciar las injusticias, ¡es la única manera de acabar con ellas!