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ADICAE se muestra favorable a los movimientos sociales surgidos en los últimos días en toda España porque, sencillamente, luchan por objetivos similares a los de ADICAE en algunos aspectos: aumentar la participación social en las decisiones democráticas y poner coto a los abusos cometidos por las entidades financieras, como quedó patente en el II Congreso Nacional de ADICAE, celebrado en enero de 2009.
ADICAE ha conectado en los últimos días con los movimientos de respuesta social ante los abusos financieros y falta de concienciación y sensibilidad política de cara a solucionar los problemas que atraviesan millones de ciudadanos en España. Nuestra asociación apoya estos movimientos porque, sencillamente, coinciden en muchos aspectos con los puntos de vista de ADICAE en relación a evitar los riesgos de una sociedad de masas acrítica y conformista, y en busca de una mayor participación de los consumidores en el sistema democrático español. De hecho, en el II Congreso Nacional de ADICAE celebrado en enero de 2009 los socios de ADICAE acordaron una serie de objetivos y programas de actuación para el periodo 2009-2013 muy similares a algunos de los planteados posteriormente por movimientos como Democracia Real YA o Movimiento 15 de Mayo.

Entre otros aspectos, en dicho Congreso se presentaron diversas alternativas para democratizar el mercado y reactivar la participación activa desde las organizaciones de base. En las últimas décadas se ha experimentado un claro retroceso en el papel del ciudadano y sus asociaciones como elementos fundamentales para potenciar y desarrollar una participación democrática efectiva. La hora de cambiar las cosas ya ha llegado, como está quedando demostrado en estos días. 

Ya en este II Congreso de ADICAE se vislumbró que los ciudadanos de a pie veían la participación política “como algo lejano y al margen de su realidad cotidiana que, o bien no afecta a sus vidas, o bien lo hace de forma negativa”, detectándose un “preocupante síntoma de deterioro democrático”, con la nefasta consecuencia de encontrarnos con una sociedad “atomizada, indefensa frente a los poderes –incluidos los económicos-, fácilmente manipulable, sin contacto real con sus problemas e incapaz de asumir responsabilidades y dar soluciones autónomas y conscientes”.

Era necesario reactivar la base social

Ya en 2009 los socios de ADICAE defendieron que, frente a esta situación, se debía alzar “una democracia asociativa o democracia social: una apuesta por la expansión de la participación a más ámbitos de la sociedad, con la inclusión de un mayor número de temáticas y de ciudadanos en el campo de la participación democrática”. Se trataba de reforzar la democracia con más democracia. Algo que se está reivindicando ampliamente en las plazas de casi todas las ciudades españolas.

ADICAE viene demandando desde hace muchos años que los ciudadanos podamos expresar nuestra práctica política y ciudadana en algo más que en el ejercicio de nuestro derecho al voto. Como organización social, ADICAE acordó optar por un protagonismo de los ciudadanos expresándose a través de diversas fórmulas de actuación colectiva.

Somos conscientes de que política y mercado están cada vez más juntos, ejerciendo unas labores de dirección que dejan a los ciudadanos y la sociedad civil organizada sin capacidad de participación y como simples espectadores. Por ello consideramos que mejorar la democracia debe hacerse a través de un impulso de la participación de la base social organizada, amparada en valores como la cooperación y la solidaridad.

Nuestros puntos en común

Además es preciso indicar que algunos de los puntos defendidos por el colectivo Democracia Real YA, y otros movimientos sociales espontáneos, concuerdan a la perfección con el ideario de ADICAE. Son, concretamente, los puntos 3 y 5 de su manifiesto original:

3. DERECHO A LA VIVIENDA:

Expropiación por el Estado de las viviendas construidas en stock que no se han vendido para colocarlas en el mercado en régimen de alquiler protegido.

Ayudas al alquiler para jóvenes y todas aquellas personas de bajos recursos.

Que se permita la dación en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas.

5. CONTROL DE LAS ENTIDADES BANCARIAS:

Prohibición de cualquier tipo de rescate o inyección de capital a entidades bancarias: aquellas entidades en dificultades deben quebrar o ser nacionalizadas para constituir una banca pública bajo control social.

Elevación de los impuestos a la banca de manera directamente proporcional al gasto social ocasionado por la crisis generada por su mala gestión.

Devolución a las arcas públicas por parte de los bancos de todo capital público aportado.

Prohibición de inversión de bancos españoles en paraísos fiscales.

Regulación de sanciones a los movimientos especulativos y a la mala praxis bancaria.

Por todo ello, desde ADICAE consideramos que hay que aprovechar el estallido de la movilización social para evitar los riesgos de una sociedad de masas acrítica y conformista, organizándose desde la sociedad civil. Porque los consumidores no queremos seguir siendo actores pasivos de nuestra Democracia.