“Las pautas de consumo están cambiando y se están potenciado con la situación de crisis”, Esther Vivas
La última mesa de la mañana del Encuentro Estatal del Voluntariado Consumerista, titulada ‘Consumidores críticos ante las nuevas pautas de consumo‘ y que ha tratado las alternativas al consumo tradicional que están surgiendo (como el crowdfunding o la economía colaborativa), ha contado con la participación de Esther Vivas, periodista e investigadora en movimiento sociales, y Miguel Ferrer, consultor y asesor sobre modelos de actividad de la economía colaborativa.
“La propia lógica del sistema capitalista nos lleva a consumir como lo estamos haciendo: se produce una serie de mercancías generales que necesitan que alguien las compre para dar un beneficio a unos pocos”; Esther Vivas ha comenzado su intervención explicando los mecanismos del sistema actual de consumo, que nos impulsa a comprar y a comprar, creándonos necesidades que no tenemos para continuar este ciclo. “Si nos plantamos y decimos ‘no’ a este modelo de consumo, las empresas tienen dos mecanismos para hacernos consumir”. El primero es la creación artificial de necesidades con el que nos implantan la idea de que necesitamos comprar para ser felices; el segundo es la obsolescencia programada, la creación de productos con fecha de caducidad. “Cuando planteas un discurso crítico con el consumo, no significa que vas a dejar de consumir; lo que se plantea es consumir de otra manera, poniendo en el centro a las personas, a la Tierra y al medio ambiente”.
“Estamos viviendo un momento en el que las pautas de consumo están cambiando, y ésto se debe a dos razones: por una cuestión económica de no llegar a fin de mes y por un cambio en la percepción de consumo del modelo actual”. Gracias a la situación actual de crisis, las pautas de consumo alternativo se han consolidado y se han multiplicado con nuevas iniciativas; unas ideas que no pasan desapercibidas para las grandes empresas. “Las empresas de capital están empezando a verlo como un nicho de negocio; por lo que no hay que olvidar que estas experiencias se basan en la acción crítica para que no se desvirtúen”.
Miguel Ferrer, experto en economía colaborativa, destaca el concepto del ‘ciudadano-productor’; los consumidores ya no sólo compran productos, sino que también se convierten en productores. “Gracias a las nuevas tecnologías, los consumidores pueden intercambiar bienes y servicios. Los consumidores ahora pueden no sólo recibir bienes y servicios, sino también prestarlos”. Es en este principio en el que se basa la economía colaborativa, que se está desarrollando de múltiples maneras, sobre todo en la red. “Estamos pasando de las relaciones verticales entre empresa y consumidor a otra relación entre iguales. Todas estas iniciativas tienen en común que es el ciudadano el que está en el eje y el que está motivando el cambio”. Para Ferrer, estas nuevas opciones de consumo es una oportunidad para mejorar las prácticas de consumo que se venían haciendo hasta entonces, teniendo siempre al ciudadano en el centro del cambio.
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